miércoles, 31 de marzo de 2010

Deberes como castigo

Había una vez una alegre chica que estudiaba magisterio y trabajaba como cajera en una gran empresa.

Un día, mientras estaba en su caja atendiendo los clientes, cuando llegó una mujer con dos niños. Estos niños, no debajan de toquetearlo todo y la madre no paraba de gritarles para que se estuvieran quietos. Cuando aquella mujer se hartó de la situación, lanzó la peor de las amenazas que una madre puede hacer: "¡Cómo no os estéis quietos ya, en cuanto lleguemos a casa os ponéis a hacer deberes!".

Esta contundente amenaza hizo pensar a la alegre chica, ¿era eso lo que había aprendido? ¿era eso lo que quería? Si la gente veía los deberes, o acudir al propio colegio, como un modo de castigo, ¿cómo lo verían los niños? ¿cómo iban a aprender con esa desmotivación? Pensó que ella no pondría deberes, ella quería que los niños no lo consideraran deberes, sino algo que les hiciera pensar, reir, interesarse, aprender... Tendría que poner en marcha toda su creatividad para conseguirlo...



Mafalda, por Quino


Por el momento, a la chica alegre le queda un año para comenzar las prácticas, hasta entonces, tendrá que poner todo su empeño y trabajar duro para estar preparada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario